Carta No.1

23 de noviembre de 2009

Título

Manifestaciones y la Importancia del Arte.

Estimado Sr sin Pertenencia:

Primero que nada, le parecerá extraño que escriba una carta personalizada y dirigida a usted en el blog, ya que nuestros escritos, deben y se intentan realizar de la manera más despersonalizada para tratar de abarcar un “grosso” considerable y universal de lectores.

Francamente, no me interesan mucho en este punto los lectores, y en vista de que su numero es considerablemente reducido, al igual que mi tiempo. Le propongo realizar una nueva sección en nuestro blog. La sección llevaría la dinámica de una pequeña saga epistolar, con cartas dirigidas a usted y planteando temas de conversación, debate y un dialogo cercano y personal. ¿Por qué hago todo esto se preguntara?, Bueno hay muchas respuestas posibles, pero desafortunadamente ninguna es lo suficientemente concreta y satisfactoria, para extendérsela. Lo que si es seguro, es que de esta manera sentiré el dialogo más personal, recuperare una tradición ya dejada un tanto atrás, y me emocionare, ya que será como escribirle a un amigo en un lejano país (la web en este caso) a la espera de sus respuestas y sus anécdotas. Lo invito pues, a contestar y participar en esta saga epistolar.

Ya dicho esto, comenzare por relatarle un evento que me sucedió hace un par de semanas, que atrajo mi atención y coloco varias preguntas en mi vida. Estaba un fin de semana, en casa de unos amigos, donde esta de más decir que el alcohol y la hombría se hicieron presentes, y en esta susodicha reunión los asistentes comenzaron a hablar de política. Usted bien sabrá, que los temas de política me causan cierta inflamación de bolas, y suelo evitarlos lo más que puedo. En esta ocasión, decidí mantenerme al margen y con una participación mínima, pero comenzamos a hablar. Evidentemente, hablamos sobre el tan controversial tema de Luz y Fuerza, del SME y del Falso y sus aliados. Con el alcohol, la conversación se torno sumamente necia y absurda, como suelen tornarse las conversaciones bajo la influencia de dicho brebaje.

Pero un punto capto mi atención, uno de los comensales relataba acerca de su asistencia a las marchas y manifestaciones, que se han suscitado desde 2006 con mucha frecuencia en nuestro país. El comentaba su tan valido odio, a esa pequeña minoría de gente que asocia un movimiento con una persona, y utilizaba el odio o los defectos del líder del movimiento para desacreditar dicho movimiento. Pensaba que era absurdo, que mucha gente descalificara el “movimiento de resistencia civil pacifica”, por el simple hecho de que consideraban al “Peje” un naco, pendejo, necio, embustero, etc. Y, que no eran capaces de ver que no importaba si era el Peje, el Pija, el Puja o quien putas quisiéramos, que lo importante era lo que representaba el movimiento, y lo que había detrás, que el Peje solo era una cara, pero en realidad el movimiento no representaba su candidatura fallida, no representaba sus solos intereses, que había más ahí de lo que se veía y que era absurdo, desacreditar con doble moral y tretas absurdas un movimiento por quien lo encabeza.

Yo, pues le di ciertos puntos de razón, porque siempre me han cagado los “fresitas” ignorantes, educados por telerisa y sueños fallidos de ser un rock n rolla, al hablar de un personaje político como naco, y ostentar ese titulo como razón suficiente para odiarlo, perdón pero creo que la política (acción), tiene que ver más que con solo percepciones y juicios personales de un individuo. ¿Usted que opina?

Bueno así continuamos por un rato, hasta que el toco el punto de las manifestaciones, y esta percepción “moralista” del PAN a satanizar los movimientos civiles, decía que se le hacia absurdo el que los medios, habían manipulado a la gente de tal manera, que se creía que la actitud más intelectual, educada y culta, era la inacción. La no protesta, la no marcha, el mutismo selectivo. Comentaba, le enfurecía el ver como la gente esperaba más explicación, y disculpas de quien marchaba. Del que no lo hacia, del que se quedaba callado en su casa dándoselas de más educado. Yo le comente, que su punto era solido pero un tanto radical, el obviamente me empezó a decir, que yo en diversas ocasiones me he planteado como alguien “centrado” en mis opiniones, y que tendía a la inacción, y no hacer nada, para sustentar una pose falsa de “seudointelectual”, y que era torpe de mi parte, si yo estaba lo suficientemente informado para tomar partida y manifestarme, que si yo estaba tan inconforme como el ¿Porqué no protestaba, porqué no me manifestaba?

Evidentemente, yo ya me encontraba algo tomado y con el valor del vino. Le dije que poseía puntos fuertes y muy radicales, pero que su error más grande, era el creer que marchar y protestar, era la única forma de expresarnos y manifestarnos, contra lo que nos parece injusto o sopleteadas del gobierno. Yo le dije, que la forma más pura de manifestación era el arte, que el arte podía ayudar a formar conciencia, protestar, mutar y sensibilizar a la gente sobre cualquier problema social, que no en balde, el arte había evolucionado a la par de la sociedad. Mencione también, la necesidad de retomar el lugar del artista en la sociedad, que en la antigüedad los artistas eran el rango jerárquico más alto de la sociedad y era su obligación ser filósofos, científicos y artistas. Que debía recordar aquella frase de V for Vendetta “Un político es aquel que dice verdades para encubrir una mentira, y un artista es aquel que dice mentiras para mostrar una verdad”.

Y, que no debía nunca perder el punto de vista, de que cualquier manifestación es tan valida como cualquier otra, inclusive la inacción, porque el que callaba otorgaba, que debía respetar y más aun. Debía continuar manifestando, que no debía importarle si era juzgado por los “dobles moralistas”, si marchaba o no. Simplemente que lo hiciera, creo yo que estamos llegado a un punto de nuestra sociedad, donde lo que hay que hacer es permitir la acción, el arrojo y sobre todo que surga la hombría. En fin, me despido con esta carta, dejando estas pequeñas reflexiones, y así mismo, extendiéndole un cordial saludo.

Atentamente suyo.

Sr Nadie