jueves, 13 de marzo de 2008

DECEPCIONES

Después de dar un recorrido por los recuerdos de lo que ha sido mi vida, pude notar que no soy bueno para nada. No sirvo para hacer algo bien, todo me sale mal, es mas, ni siquiera me interesa como salga, solo lo hago como creo conveniente y no mas.

Recuerdo que cuando jugaba fútbol, el entrenador me jodia bastante. Un día, después de haber ganado el campeonato, hubo una comida con los papas y jugadores del equipo, fue entonces cuando vi que mis padres hablaban con el entrenador. El muy hijo de puta les confeso a mis papas que yo era el futuro del equipo, que jugaba a otro nivel y demás pendejadas, que confiaba a ciegas en mi y que no lo decepcionaría. En cuanto supe esto, renuncie al equipo y al fútbol, es mas, renuncie al deporte como disciplina.

No existe excepción, con todas las mujeres con las que he compartido mas de 3 veces la cama, con las que he follado mas de 3 veces, me han dicho todas lo mismo. Platicamos, bebemos, nos besamos, nos abrazamos y follamos, les comparto algunas de mis ideas y ¿que me dicen? Después de una corta convivencia, me dicen: "eres especial, al menos para mi, confió en ti y se que harás algo grande, no me decepcionaras". Oigo eso y salgo corriendo. No lo soporto.

Siguen las mujeres, me dicen que soy bueno escribiendo, que soy bueno para crear historias para el cine, entonces me la creo, les creo completito lo que dicen. Comienzo a creerme un Dostoievski, creo que tengo en las manos el poder de Bukowski, que Salinger se queda corto a mi lado, que Sartre y Nietzsche fueron hechos para los pendejos, me veo escribiendo hojas y hojas, comienzo a vomitar letras, las desangro (las palabras) y cuando estoy en la sima, escucho que de algún extraño y desconocido lugar para mi persona, salen las palabras "no me decepcionaras". El mundo se derrumba, me transformo en una mierda y pido perdón por escribir. Me hacen recordar que no soy escritor y que por el único motivo por el cual escribo, es para desahogarme, para deshacerme y así, poder comprobar lo derrotado que estoy.

En cuanto salgo corriendo de toda la gente que confía en mi y que espera algo de mi, solo escucho detrás de mi las palabras "eres un hijo de puta!". Es en ese momento donde comprendo que solo sirvo para una cosa y si que la hago bien, solo sirvo para crear decepciones.

He comprendido que solo debo reducir mi vida a cuatro simples cosas que son el alcohol, las mujeres, leer y el cine, todo lo demás, no esta hecho para mi. Comprendo que debo de dejar de creerme el rey del universo cuando una mujer me hable bonito. Que me hago pendejo, es imposible. En cuanto una mujer me habla bonito, me aviento al barranco de nalgas y sin espejo, me creo capaz de apagar la lumbre a pedos, porque seamos sinceros, ¿a quien no le gustan las palabras bonitas? ¿quien desprecia los halagos?

Así que, me declaro un decadente hecho y derecho, soy parte de la derrota, respiro y vivo a través de ella. Soy el hombre mas feliz del mundo, porque al ser derrotado, ¿que mas puedo perder?

ATTE: EL CLUB SIN SENTIDO Y SIN PERTENENCIA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me desepcionarás... jajaja. no es cierto ya me has desepcionado y todos los seres humanos se desepcionan por que se aferran a la imagen pasajera de las cosas por lo que es "la confianza" en lo que hay que creer; palabras bonitas, hay muchas y siempre tienen algo de cierto y algo de incierto ¿a que parte hay que hacerle caso? yo creo que a ambas.

Fraktal dijo...

Siempre le creo mas a los que sufren.

Lei Bukowsky?, a huevo, creo que nos vamos entendiendo...